Logotipo de la expedición alicantina al Muztagh Ata
El Muztagh Ata reflejado en el lago Karakul

Expedición alicantina al Muztagh Ata: Padre de las Montañas de Hielo - Agosto 2008

El Muztagh Ata: Condiciones físicas

¿Qué condiciones físicas existen a 7.546 metros de altura? La presión barométrica se reduce con la altitud y se conoce con el nombre de ambiente hipobarico a una baja presión atmosférica. La menor presión atmosférica supone también una menor presión de oxigeno, lo cual limita la difusión pulmonar y el transporte de oxigeno a los tejidos, conocido como hipoxia.

El porcentaje de los gases en el aire que respiramos permanece invariable desde el nivel del mar hasta las grandes alturas. En concreto, un 79,04% del aire está formado por nitrógeno (N), un 20,93% por oxígeno (O2) y un 0,03% por dióxido de carbono (CO2).

A nivel del mar la presión es igual a 760mmHg. A 7.000m es igual a 297 y 8.000m igual a 250mmHg. Respecto al oxígeno, la presión parcial del oxígeno a nivel del mar es igual a 159,9mmHg, a 7.000m es igual a 62,2mmHg y a 8.000m igual a 49,2mmHg. Por tanto, a 7.546m, la altura del Muztagh Ata, la presión atmosférica y la presión parcial del oxígeno se han reducido a casi un tercio de su valor a nivel del mar.

Si el organismo no se adapta a la hipoxia, a partir de 2.500m es probable que aparezca el mal de altura (o mal de montaña) cuyos síntomas principales son el dolor de cabeza, las náuseas, la falta de apetito, el agotamiento físico y los trastornos del sueño.

Respecto a la temperatura del aire, ésta desciende a razón de 0,5ºC por cada 100m de ascensión. Si suponemos una temperatura de 15ºC a nivel del mar, a 7.000m la temperatura es -20ºC y a 8.000m es -25ºC. Todo ello sin tener en cuenta el viento, que produce una sensación térmica menor.

Respecto a la humedad del aire, debido a las frías temperaturas de las grandes alturas, el aire frío contiene muy poco agua y la humedad absoluta es extremadamente baja. La humdedad escasa favorece a la deshidratación. El cuerpo pierde un gran volumen de agua a través de la evaporación respiratoria debida al aire seco y al mayor ritmo de la respiración experimentada con la altura. Además, el aire seco también incrementa la perdida de agua por evaporación a través del sudor.

Otro problema importante es la radiación solar, ya que el menor espesor de la atmósfera reduce el efecto de filtro que ésta produce: por cada 1.000m de ascenso, la proporción de rayos ultravioleta (UV) aumenta en un 10%. Además, debido a la refracción de la radiación solar en la nieve, el efecto de la radiación se multiplica. La radiación solar puede tener graves efectos dañinos sobre la salud de las personas, ya que los rayos UV son causantes de quemaduras y del cáncer de piel.

Un grave error es pensar que las nubes nos protegen de la radiación solar y no es necesario emplear algún tipo de protección solar. Esto no es así, ya que las nubes dejan pasar hasta el 80% de los rayos UV.

¿El organismo del ser humano está preparado para vivir en estas condiciones? A partir de los 7.500m comienza lo que se denomina la zona de la muerte, donde las posibilidades de supervicencia de un ser humano son muy reducidas.

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