Aclimatación a la altura
La aclimatación o adaptación a la altura es el proceso por el cual el cuerpo humano se adapta a vivir a alturas superiores a las que está acostumbrado. Para ello, el cuerpo humano activa diversos mecanismos, siendo el principal la creación de más glóbulos rojos y el aumento de su concentración en sangre (el famoso hematocrito), lo cual ayuda a mejorar la capacidad de transporte del oxígeno.
Entre los principales síntomas de una falta de adaptación a la altura se encuentran el incremento de la frecuencia respiratoria en reposo, la disminución de la cantidad diaria de orina, el aumento de peso y la taquicardia, también en reposo.
La adaptación debe ser suave y progresiva, de lo contrario, se corre el riesgo que aparezcan complicaciones cardio-respiratorias y los temidos edemas pulmonar y cerebral. Algunas buenas prácticas para lograrlo son la ascensión progresiva, una buena planificación de las jornadas de descanso (con medidas como la de dormir dos noches consecutivas a la misma altura), y mantener una dieta rica en azúcares y féculas.
Las 10 reglas de oro para la ascensión de alta montaña (Thomas Lämmle) son:
- ¡No ascienda demasiado rápido!
- ¡Fíjese a qué altura están los lugares donde pasará la noche!
- ¡Controle su ritmo cardíaco y tómese su tiempo!
- ¡Observe sus compañeros de expedición!
- En caso de mal de montaña: ¡descienda de inmediato!
- ¡Preste atención a su salud!
- ¡Beba mucha!
- ¡No permanezca demasiado tiempo en alturas extremas!
- ¡Duerma bien!
- ¡Planifique su permanencia en la altura!
Fuente: Táctica en la altura, Trekking Chile.
Más información:
- Aclimatarse a las alturas, Revista Medicina General nº 58, noviembre 2003.
- Mal de altura, aclimatación y congelaciones, rocaynieve.com
- Sistema respiratorio y altura. Actividad física y enfermedades respiratorias, Lecturas, Educación Física y Deportes, Revista Digital, nº 42, noviembre 2001.