El frío

El frío

El cuerpo humano es homeotérmico (o de sangre caliente), lo que significa que mantiene su temperatura corporal a un nivel aproximadamente constante independientemente de la temperatura del ambiente, es decir, que mantiene homeostasis térmica.

El cuerpo humano no puede soportar ni siquiera pequeñas oscilaciones en su temperatura interna. Por encima de 37ºC está febril, mientras que por debajo empieza a tiritar de manera intermitente hasta 35ºC, de manera constante hasta 32ºC y, con una temperatura inferior, entra en hipotermia.

El cuerpo humano intenta mantener la temperatura del tronco, donde se encuentran los órganos vitales (corazón, hígado, riñones y pulmones). Por ello, la sensación de frío suele comenzar por las extremidades, que son las partes del cuerpo menos esenciales.

Cómo luchar contra el frío

Para luchar contra el frío lo principal es aislarse del frío. Para ello, debemos:

  • Aumentar el potencial adiposo para mejorar esta barrera aislante.
  • Mejorar el poder aislante de las prendas de protección.
  • Evitar las prendas muy amplias que favorecen la pérdida de calor.
  • Saber que ciertas partes del cuerpo están muy vascularizadas y son un lugar importante de pérdida de calor: las manos, los pies y el cuero cabelludo.
  • Ponernos otras prendas interiores cuando éstas estén mojadas por el sudor.

El viento

La sensación térmica es la sensación aparente que las personas tienen en función de los parámetros que determinan la atmósfera en la que se mueve: la temperatura seca, la temperatura radiante media o la temperatura de bulbo negro, la temperatura húmeda o la humedad relativa del aire y la velocidad del aire. También influyen sus parámetros personales: el índice metabólico (el calor producido por el cuerpo) y el índice de indumento (el abrigo que proporciona la ropa).

De los factores antes citados, uno de los más importantes y que podemos intentar paliar es la velocidad del aire (el viento). En la página de Protección Civil podemos consultar una Tabla para calcular sensación térmica por efecto del frío y el viento. Por ejemplo, a 0ºC y con una velocidad del viento de 40km/h, la sensación térmica es de -15ºC.

Por tanto, con condiciones de viento adversas (por ejemplo, un temporal), es imprescindible protegerse del viento con prendas del tipo "cortavientos". Si no es posible o el viento es demasiado fuerte, lo mejor es buscar un sitio de abrigo, como detrás de un muro, entre unas rocas, dentro de un agujero o improvisar un iglú.

Cómo producir calor

El cuerpo humano necesita calor para funcionar correctamente. Varias formas existen para producir calor:

  • Calentándose a partir de una fuente externa de calor.
  • Tomando bebidas calientes.
  • Alimentándose de manera suficiente.
  • En caso de hipotermia inminente, ingiriendo sobre todo azúcares lentos mezclados con azúcares rápidos.
  • Dosificando de manera inteligente las reservas energéticas.
  • Hidratándose.
  • Permaneciendo activo.

¿Es posible entrenarse para afrontar el frío?

Los científicos no se ponen de acuerdo al respecto. Algunos creen que sólo algunos grupos de población excepcionales están dotados de verdad para enfrentarse al frío, como los esquimales, que disponen de tejidos adiposos particulares. Otros piensan que es imposible aclimatarse al frío y que todos los posibles remedios funcionan de manera subjetiva.

Lo que puede deducirse es que existe una adaptación psicológica al frío, que no es de desdeñar, para vencer en una carrera o una expedición. Sentir el frío de manera habitual puede permitir al subconsciente aceptarlo mejor, no como una agresión desagradable, sino como un fenómeno natural ineluctable. No obstante, hay que destacar algunos tests realizados en exploradores que volvieron de un largo período invernal, cuyos resultados mostraron que el umbral en el que empezaban a tiritar estaba más bajo que al inicio del viaje, como si el organismo se hubiera acostumbrado a una temperatura central más baja que la normal.

Fuente: Quechua Magazine, nº 19, Otoño/Invierno 2007.

Efectos del frío

Las lesiones producidas por el frío aparecen con más frecuencia en los últimos años, dado el auge del montañismo y los deportes de invierno.

La exposición de nuestro organismo a las bajas temperaturas conlleva la producción de lesiones locales (congelaciones) y generalizadas (hipotermia).

Factores determinantes de la gravedad:

Ambientales:

  1. Temperatura. Más gravedad a menos temperatura.
  2. Tiempo de exposición. Es igual al producto de la intensidad por tiempo. De esta manera, el permanecer durante 20 minutos a 1 º C es igual a permanecer 1 minuto a -20 º C.
  3. Velocidad de enfrentamiento.
  4. Humedad. Facilita la pérdida del calor corporal por radiación. Con humedad, incluso a temperaturas por encima de 0 º C, pueden aparecer lesiones (pie de trinchera).
  5. Viento. Aumenta las pérdidas de calor por convección; por ejemplo, un viento de 74 km/h a 4 º C equivale a un viento de 3 km/h, a -40 º C.
  6. Altura. La temperatura disminuye 0,5ºC por cada 100 metros de altura.

Características del sujeto:

  1. Edad. Más peligro en niños y ancianos por tener peor el sistema de regulación térmica.
  2. Raza.
  3. Biotipo. Las personas obesas por lo general se defienden mejor de las bajas temperaturas.
  4. Preparación psíquica.
  5. Enfermedades. La desnutrición, enfermedades de los músculos y de las arterias.
  6. Inmovilización. Más frecuentes en heridos, soldados en las trincheras, etc.
  7. Indumentaria adecuada. Proteger las zonas distales de nuestro organismo, manos, pies, nariz y orejas.
  8. Ingesta de alcohol y drogas. Es falso que el alcohol proteja del frío, ya que lo que provoca es una vasodilatación periférica que conlleva la pérdida de calor.

Congelaciones. Son aquellas lesiones producidas por enfriamiento progresivo que afectan a partes localizadas del organismo (pies, manos, orejas,...) Según el aspecto de la lesión, se clasifican en:

  1. Primer grado. Cursan con enrojecimiento de la piel con inflamación (sabañón). Es una lesión reversible.
  2. Segundo grado. Enrojecimiento de la piel con formación de ampollas. Es reversible.
  3. Tercer grado. Aspecto de escara negra con tejidos muertos y vesículas alrededor. Estas lesiones pueden ser todavía reversible.
  4. Cuarto grado. Gran destrucción de tejidos que pueden llegar incluso al músculo y hueso. Evoluciona indefectiblemente hacia la gangrena y son lesiones irreversibles.

Tratamiento

Básicamente consiste en recalentar las partes afectadas con agua a temperatura templada (37ºC), pero no caliente, hasta que la piel recobre su coloración y aparezca sensación de hormigueo. Es muy útil 'remover' el agua en que se introduce la zona afectada.

Hipotermia

Enfriamiento generalizado del cuerpo en el que la temperatura interna desciende por debajo de los 34ºC, apareciendo:

  • Temblores.
  • Enrojecimiento.
  • Somnolencia y debilidad muscular.
  • Pérdida de conocimiento y muerte.

Tratamiento

Debemos trasladar al paciente a una habitación caliente y secarlo si está húmedo.

Baño caliente a 37ºC y traslado urgente a un centro asistencial.

Fuente: Efectos del frío, Clínica MAZ.

Nuestro compañero Carlos ha preparado el siguiente Algoritmo de la Hipotermia, donde resume los diferentes niveles de hipotermina y explica las primeras actuaciones a realizar en cada caso para revertir los efectos.